martes, 26 de mayo de 2015

Cannes aprueba con premios al cine Latinoamericano.

El cine latinoamericano con el pasar del tiempo ha sido galardonado y reforzado con varios triunfos: la Cámara de Oro, que premia la mejor primera película en cualquier sección, fue para la colombiana "La tierra y la sombra", de César Augusto Acevedo; el Art Cinema de la Quincena de los Realizadores recayó en la también colombiana "El abrazo de la serpiente", de Ciro Guerra, y la argentina Paulina (La patota), de Santiago Mitre, se alzó con el galardón de la Semana de la Crítica. Ya en el pasado Festival de Berlín, algunos de sus principales premios recayeron en filmes de América Latina lo que coloca a la región en el ojo del mundo en cuanto a proyecciones cinematográficas. 

Colombia sin duda alguna se ha caracterizado por realizar un esfuerzo importante con el fin de levantar su industria en el cine. 
Rodada en el valle del Cauca con actores de la zona, "La tierra y la sombra" cuenta el devenir de una familia que trabaja en una plantación y como la misma es arrollada por el progreso, a través del drama de un campesino que regresa a su casa tras una ausencia de 17 años.

Sobrepasado por la situación, Acevedo explicaba el honor de ganar la Cámara: “No sé qué vendrá después. Mi película habla sobre un pueblo arrasado, sobre la identidad y la memoria perdida, avasallado por la idea del progreso. Espero que la vean en mi país, porque para ellos está hecha”.

Por su parte en la Quincena, se proyectó el documental chileno Allende, mi abuelo Allende, dirigido por Marcia Tambutti Allende, la nieta del presidente asesinado, y que logró el premio al mejor documental colocando a Latino América y a su historia en alto.

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